
PEDIATRIC NURSE
TABITHA CLARKE
❛ 𝖨 𝗃𝗎𝗌𝗍 𝖿𝖾𝖾𝗅 𝗅𝗂𝗄𝖾 𝖺𝗅𝗅 𝖨'𝗏𝖾 𝖻𝖾𝖾𝗇 𝖽𝗈𝗂𝗇𝗀 𝗅𝖺𝗍𝖾𝗅𝗒 𝗂𝗌 𝗁𝗎𝗋𝗍𝗂𝗇𝗀 𝗉𝖾𝗈𝗉𝗅𝖾. ❜
ABOUT ME.
Tabitha Clarke nació y creció en Detroit, Michigan, una ciudad marcada por el contraste entre el abandono urbano y la fuerza de sus comunidades. En medio de calles oxidadas, centros médicos colapsados y vecindarios donde la gente aprendía a cuidarse entre sí, Tabitha encontró su vocación. Desde niña mostró un fuerte deseo de cuidar a los demás, inspirado por las historias de su abuelo médico militar. A los 25 años, Tabitha ya se había ganado el respeto de muchos como enfermera pediátrica en prácticas. Trabajaba largas horas en un hospital local, ayudaba en clínicas comunitarias y era una de las pocas personas que realmente escuchaban a los pacientes. Todo parecía ir bien... hasta que llegó el brote.Cuando los primeros casos del virus comenzaron a aparecer, Tabitha fue de las primeras en ser llamada para apoyar en los puestos de emergencia. La ciudad fue cerrada, las líneas de comunicación comenzaron a caer, y su prometida, que había salido de viaje, nunca volvió. Los hospitales colapsaron. El gobierno desapareció. Las calles se convirtieron en campos de batalla silenciosa. Tabitha, negándose a abandonar a su comunidad, organizó un refugio improvisado en el sótano de una escuela, donde atendía a niños, ancianos y cualquier herido que pudiera alcanzar. A medida que las hordas de infectados crecían y los recursos se agotaban, tuvo que tomar una decisión dolorosa: dejar Detroit atrás.En el fondo, nunca perdió la esperanza de encontrar a su prometida, y nunca dejó de llevar su camisa de paramédico, aunque estuviera manchada y rota. Para ella, era más que un uniforme: era un símbolo de lo que había sido y de lo que aún luchaba por ser.Durante meses, Tabitha vagó de comunidad en comunidad. Cruzó caminos peligrosos, ayudó a fundar refugios y utilizó sus conocimientos médicos con todo aquel que lo necesitara. Improvisaba curas con recursos mínimos, cosía heridas con hilo de pesca y aplicaba lo que había aprendido en los pasillos del hospital, pero ahora bajo el cielo abierto y entre ruinas. Uno de los peores momentos de su travesía ocurrió cuando intentó cruzar por la zona de Denver, Colorado. Allí, una comunidad militarizada había tomado el control de los suministros y mantenía un régimen brutal. Tabitha fue capturada tras ayudar a una mujer enferma que ellos consideraban una “carga”. Escapó durante una revuelta, con una costilla rota y una herida profunda que casi la deja sin fuerzas.A día de hoy, sigue intentando encontrar un lugar seguro.